
Se habla muy poco, casi nada de esta guerra de aquí y creo que todos hemos estado muy cerca.
No siempre podemos elegir lo que sentimos
Pero si lo que merecemos.
Ese día es tuyo.
Crea una nueva realidad.
Crea tu propia forma de sentirte siempre amado/a.
Sin esperar regalos, cumplidos o compañía.
El amor no es coincidir, sino aceptar que el otro es el otro, y, a partir de esto, construir acuerdos.
Siempre necesitamos que alguien nos acompañe y nos de ese empujoncito que nos motive a continuar con todo aquello que empezamos por cuenta propia. Nunca solos, nunca aislados. Siempre junto a otro. De eso se trata, de tener a alguien a tu lado ( en amistad o relación amorosa) mientras la vida hace sus giros. Movernos con la vida, pero que rico movernos acompañados. Ser el espectador y otras veces el guionista.
¿Cuánto tiempo vale esperar solo un día para darle un gesto a alguien, para elegir el tipo de fiesta o ambiente que más va contigo y hacerlo realidad, para iniciar esa rutina que te cuesta, pero al final agradeces, para mostrarte vulnerable? ¿Cuánto tiempo vale esperar para exponerte o descubrirte en algo nuevo? ¿Cuánto tiempo podrías estar cerca de las personas que quieres, sin moverte de un lugar a otro? cuanto tiempo vale esperar, que los demás hagan todo lo que tú sabes que puedes hacer.
No encontrarás miradas nuevas que se fijen en ti, si no logras mirarte diferente cada día, me refiero: a una mirada más compasiva y paciente contigo mismo. Dejemos de pensar que otros van a venir a hacer lo que nosotros no hagamos. Nadie te dará una medalla {por lo menos no honesta y permanente} por tu hacer lo que tienes que hacer, para estar en donde quieres y con quien quieres. Toda oportunidad de cambio o progreso tiene que ser atravesada por un deseo fuerte de querer tomarla. Y parto de estas líneas agresiva para que entiendas que las mejores personas y cosas que nos pasan, se deben trabajar y conservar.
A veces no nos conocemos tanto como creemos. Por eso, todo lo que tenemos en la mente debe ser manifestado cuanto antes. Lo único seguro es el instante que tenemos ahora. No esperes más los días festivos, las fechas de compromisos que tienes en tu agenda, o descuidarte a tal punto de lastimar tu autoestima o tu cuerpo para poder hacer algo por ti y por tus vínculos más significativos. Comienza a celebrar la imperfección de tus días, tu mente y tu cuerpo, y estrecha y abraza el propósito que buscas.
¿Cómo puedes empezar a amarte? pero desde la realidad y la curiosidad. No desde la demostración o lo superficial.
Empieza por madrugar, aprovechas más el día. Aprecias más el silencio.—me cuesta un montón, pero termino agradecida por ello. Haz deporte. Lee libros. Absorbe artistas nuevos o repite los que ya conoces, esas cosas que te hacen pensar:‘’ i’ll try my best’’, sí. Pasa todo un día en el museo. Comparte arte. Invita a un amigo o amiga a un café. Comparte la cita de un libro que te conmovió. Ve a una clase de baile. Ve al parque y observa la naturaleza y siente el sol calientito. Escribe o habla sobre lo que piensas y sientes. Pon ese límite con la persona que más te cuesta. Haz ese acuerdo. Haz la pregunta. Lo que aprendas enséñaselo a alguien. Cuéntale a esa persona un secreto que sea una llave para los dos. Haz eso que tanto se te dificultad. Viaja a un lugar en el que no hayas estado o vuelve a ese lugar que te llenó de historias y te ayudó a ver el mundo como un regalo. Comienza a hacer lo minúsculo. Ese es el momento en el que decides amarte. No hay que pensarlo más deja de vivir en círculos.
****Anexo aquí un pequeño ejemplo de una conversación real que tuve con un amigo de la universidad.
Muchos de nuestros problemas surgen por decir SÍ muy rápido y NO demasiado tarde.
—Aclaro que mi amigo tenía una semana difícil donde se sentía muy cansado, y esto fue algo que pude ver y quise que lo tomara en consideración. No fue una solución, solo quise que lo viera de otra forma. — Pienso, que algunas personas sienten esa voluntad de querer siempre brindar soluciones o ser el medio para equis soluciones. — No digo que sea su caso. — pero puedo notar que mucha gente no hace caso a sus deseos más insignificantes como elegir a donde ir, donde comprar algo que deseas tener, o elegir con quien sentarse a hablar o pasar el rato por la simple paz o curiosidad que le puedan generar... Y entre estas pequeñas decisiones, se pierden y silencian pequeños deseos de la cotidianidad que pueden resultar ser un descanso, un premio, o hasta un escape de realidad para esa persona.
Ser realista con tu situación actual y entender que, si pones esfuerzo en hacer las cosas que realmente te mantienen saludable y estimulado mentalmente, y sobre todo disciplinado, no es una cuestión de ‘’me lo merezco, si no dé, yo elijo como vivir esta vida y como quiero que los otros la vivan conmigo’’. Solo digo: ‘’la vida es lo que tu tocas y como la tocas’’. No deberías seguir preguntándote por qué o por qué no lo hiciste.
En fin. Pensaba hablar solo de san Valentín. Y luego me despisté y ahora ya es sábado por la tarde y desde ayer por la noche, por distintas razones estoy pensando en qué me conmueve. Pero luego, cuando me quedo en silencio, —asaltada por sensaciones minúsculas—siento que tenemos la misma responsabilidad de sentirnos saludables, de sentirnos en calma con alguien, de escuchar música que nos haga bien, la opción de bailarla con amigos o solos en casa. Y puedo notar, que lo difícil no es amar. Lo complejo, es reconocer que el amor nunca es suficiente para que un vínculo funcione relativamente bien. El amor podrá ser una brújula, pero no el motor central. Entender esto abre muchas puertas y hace que siempre quieras trabajarte a ti mismo. Algunas veces desde el amor, otras desde la lógica.
Si te amas vives,
si vives aprendes, y si aprendes te amas.
Y por eso en el amor no se trata de convencer a nadie de cuanto vales, se trata de quedarte donde puedan verlo. Estar con alguien sin ninguna afinidad, es condenarte a que nunca seas suficiente, porque esto no va a depender solo de ti. También depende de quién te mira. Y esto aplica para trabajos, lugares, y demás vínculos. Por eso hago mucho énfasis en amarte de una manera realista y paulatina. Amarte también está en ese libro que te ayuda a bajar la ansiedad, en esa canción que te acompaña en algo particular, en la mirada de alguien que te cuenta algo que le inspira, en ese jefe o compañero de trabajo que celebra tus avances, en fin, en sentir que algo despierta y mejora en ti.
Estar enamorado ocupa mucho espacio, por eso no debes tomártelo a la ligera una vez decididas amar a alguien y hacerlo parte de tu vida.
Y aunque muchos dirán que el amor no siempre tiene sentido o no es lógico. Si quieres, puedes dejar pasar esa frase al principio de cualquier vínculo amoroso, pero desde este lente te digo, que ninguna relación debería permanecer en lo absurdo del frenesí por tanto tiempo. Las relaciones no son un pasatiempo son una responsabilidad. Incluyo a las de amistades. Pero en serio les digo: todo inicia desde uno mismo. Es como lo espiritual: no puedes creer o seguir a esa fuerza tan poderosa, a la cual no sientes y en la que no confías. Y esas emociones y confianza las consigues con rutina. Ajustando tu óptica, fomentando tus hábitos y siendo compasivo y constante contigo mismo. Lo mismo pasa con las relaciones interpersonales: lo mismo pasa con el amor.
La mejor intimidad está en querer entender al otro. Pero no lo puedes hacer si no logras entenderte a ti. Mejoras tu intimidad contigo mismo, arrastras mejoría en las otras áreas de tu vida.
Amarse es particular, es intransferible. Pero entonces: ¿hasta qué punto es equitativo pedir a alguien que te quiera como tú necesitas? ¿Hasta cuándo el otro debe esforzarse en llegar donde el otro pide? Como escribió una escritora la cual disfruto leer mucho, —Carla Mourinho —Pasas meses viéndote con alguien que no tiene ni medio gesto de lo que tú necesitas. No lee las columnas que escribes. Pero para ti es importante y piensas: bueno, pero es que claro, no lee habitualmente. Lo justificas y tiras adelante porque te gusta. Y en caso de un amigo porque lo quieres y no quieres hacerle sentir presión, con algo que entiendes debería de nacerle. Pero se genera una duda en ti, algo no te cuadra porque, ¿no estás viendo que leerme es gratis y demuestra interés por mí?, te cuesta cinco minutos, ¿de verdad no puedes hacerlo? Deberías hasta pagar por ello, claro. Pero luego la amistad o el vínculo amoroso se acaba y otra persona entra a tu vida, y otras amistades hacen esas nimiedades que te hacen sentir apoyada o amada.
Relacionarse con el otro conlleva responsabilidades. No nos quitamos peso por estar solteros. Sostener una amistad también lleva esfuerzo. Un esfuerzo que nos lleva a preocuparnos; a estar pendientes, a ser atentos, a recordar datos importantes o fechas especiales.
Un vínculo nunca es lineal, ni perfecto. Pero sí el vínculo se mantiene en constante mejoría, con historias compartidas, con respeto mutuo. Reconociéndose en ambos ese esfuerzo que están haciendo en su vida personal y laboral. Ese interés, aunque sea de a poco, ver que tratan por sí mismos integrarse en la vida de cada uno, y respetar los tiempos de cada quien. Es lo que hace que, sin importar su situación individual quieran conservar la amistad por encima de todo.
Lo mismo pasa con las relaciones de pareja. Si usted no ofrece sus recursos, aptitudes, habilidades, interés, su energía, o no puede ofrecer paz en sus relaciones, debe comenzar a trabajarse así mismo. Con carácter de urgencia. Se lee cruel. Pero estamos en un tiempo en que nos estimulamos y drenamos tan fácilmente, que solo buscamos pasar un buen rato, y pasarlo con las personas que realmente pueden recargarnos de muchas maneras o que realmente nos hagan sentir que estamos creciendo.
El amor es errático, va de una persona a un momento de satisfacción personal, pero no sobrevive si no se alimenta de pequeños intentos que no tienen esa intención de ser luz en la vida del otro. Todos quieren el sol, pero nadie quiere quemarse. Prefieren tomarlo de a poquito, en horas específicas. A veces hasta en lugares específicos. Pero el sol puede quemar o calentar siendo el mismo. El amor debería dar certezas porque ya muy incierto es el resto del mundo. El amor debería quitar dudas.
Y el amarte a ti mismo, es caminar con amor y paciencia hacia lo que deseas. Es rodearse de mejores personas porque a veces el amor propio empieza a fuera. Amar es ceder ante las diferencias del otro, pero sin esconder las tuyas. El amor, sin importar el día, es elegir tu bienestar a largo plazo, es darte un sí, cuando sabes que lo necesitas.
La amistad es ante todo certidumbre,
y eso es lo que la distingue del amor.
Solo 1 chica que escribe.